En el tiempo que llevo trabajando en el área de seguridad tanto como consultor, como director o como proveedor de seguridad, me he encontrado a muchos tipos de responsables de seguridad; definidos por su curiosidad, por su necesidad de cambiar las cosas, necesidad de hacer las cosas bien, o me he encontrado con aquellos que están conformes con su forma de trabajar y su forma de ser. Los llamo los famosos “nilemuevas” porque no quieren modificar nada, mientras sigan cobrando su nómina quincenal.
Pero existe un tipo de responsable de seguridad, que me llama mucho a la atención, y son los responsables de seguridad que ven el árbol y no el bosque. Yo los llamo los “CONIFICADOS”
Hago referencia al cono naranja, que se pone regularmente en los estacionamientos y en las calles para señalizar algo. Sé perfectamente que este término no existe, pero identifico a los responsables de seguridad como “conificados” a los que gran parte de su atención, en el correr del día, están dedicados a pequeños detalles que no son de su responsabilidad directa. Se preocupan por donde poner ese “cono naranja”
Siempre están distraídos con actividades que no le permiten ver el bosque y están concentrados en ver el árbol. Actividades como, por ejemplo, registrar personas en los controles de acceso o hacer gafetes, atender detalles pequeños de uniformes de los guardias, falta do ortografía en las bitácoras, ubicación del famoso cono naranja, y un sinnúmero de detalles más.
¡Cuidado!, no estoy diciendo que no le presten atención, estoy diciendo que son observaciones para un mando medio de seguridad. Estas actividades le quitan mucho tiempo, cuando en realidad deben ser ejecutadas por personal a su cargo y Las observaciones que debe de hacer serían directamente con su supervisor.
En uno de mis primeros días de trabajo, como oficial del ejército, le dije a mi capitán que dos de mis soldados, se habían agarrado a golpe de Puño y él me pregunta qué hice, o qué medida tomé. Al escuchar mi respuesta de que no había tomado ninguna decisión, me contesta: “Mire Alférez Escobal…si no toma medidas, no se preocupe. Las tomo yo, pero no lo voy a necesitar más” Agradezco sus palabras al actual Gral(R) Gerardo Fregossi, que en ese momento entendí como funciona una cadena de mando. Aprendí a ver el bosque y saqué el cono de mi cabeza.
El responsable de seguridad “conificado” en la mayoría de su tiempo, se dedica a apagar incendios, ser reactivo y no preventivo, porque el tiempo lo dedica a atender temas que no son de su nivel. Por otro lado, la visión concentrada en los problemas pequeños, no le permite interactuar directamente con las personas que debe hacerlo, que son las otras áreas y sus superiores. Generalmente, su vinculación laboral es reducida a su equipo de trabajo.
Otra de las características de este tipo de profesional de seguridad, es que se encuentra limitado por un presupuesto definido y no realiza ningún tipo de acción para permitir cambiar esta condición. Es más, es su motivo principal de queja.
La terminología que utiliza el responsable de seguridad “conificado” siempre es de seguridad. No significa que esté mal, significa que debe de hablar en términos que entienda el resto de la compañía y los directores. Cuando me refiero al idioma o terminología, estoy haciendo referencia a su forma de pensar. El ”CONIFICADO” siempre cree tener la razón y se concentra más en poner obstáculos para detener la rueda del proceso, que empujar el carro para que funcione bien.
Ahora bien, ¿Qué sucedería si la persona conificada, se saca el cono de la cabeza y empieza a actuar como un verdadero responsable de seguridad?
Lo que va a suceder es que esta persona, se va a dar cuenta de que la mentalidad de un responsable de seguridad antigua no condice con el proceso actual de las compañías, ni de los recursos humanos. Por consiguiente, encontrará la forma de hablar con los directores y con el resto de la compañía, utilizando la información que tiene a su disposición.
Deberá dar tres pasos atrás, salir del árbol y ver el bosque, o sea, me refiero a la utilización de herramientas informáticas para realizar los análisis de riesgo, que me permita manejar información ya sea para compartir con otras áreas, con la dirección, o de uso propio para estar adelantado a los acontecimientos que puedan suceder.
La elección de una buena herramienta para analizar riesgos permitirá Tener información como ser, qué cosas pueden suceder (riesgos), como estamos preparados para enfrentarlos, como afectan a los factores críticos de la compañía, saber cuál es la eficacia de los controles que tenemos o que deberíamos tener, cuál es la pérdida esperada, cuál es el retorno de inversión y mucho más.
Asimismo, es importante que cuente con una buena herramienta informática de gestión de seguridad para obtener gráficos, estadísticas y los famosos KPIs, que nos permitan demostrar que nuestra tarea es realmente eficaz y preventiva para reducir los riesgos de la compañía
Nuestros directores pretenden de nosotros no una ayuda para tomar decisiones, sino que pretenden contar con un profesional de seguridad que tome de buenas decisiones basadas en datos y hechos reales.
Es recomendable tener un buen tablero de gestión de proyectos atendiendo todas sus actividades de análisis de riesgo, planificación, confección y control de Procedimientos, inversiones, proyectos de instalación de nuevos controles de seguridad y sobre todo de actividades que colaboren con la actividad de la compañía.
Como conclusión, quítate el cono y mira el bosque… verás un mundo lleno de colores y posibilidades.
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